sábado, 16 de julio de 2016

El pasado oculto de una famosa.

Es conocida a nivel mundial por sus variadas aplicaciones en la cocina, tanto fría como caliente, en platillos dulces o salados. Se trata de la Zanahoria, que no siempre fue como la conocemos hoy y tuvo su evolución en sus miles de años de relación con la Humanidad.



Hoy nos vamos a centrar en su atractivo color naranja, que no siempre fue el que caracterizó a esta dulce hortaliza. Investigaciones arqueológicas que se remontan al año 3.000 a.C., nos informan que en aquel entonces las zanahorias eran de color púrpura o rojo-morado por fuera y amarillas por dentro. En su derrotero por las tierras de África, Asia y los países árabes, nuestra amiga fue tornando su coloración a diferentes tonos de púrpura, blanco, amarillo, verdes ¡e incluso negro!
La primera zanahoria naranja se produjo en el siglo XVI en Holanda, y fue conseguida deliberadamente mediante cruces y experimentos. La finalidad era que coincidiera con el color de la casa real holandesa de Orange.
¿Cómo es que un capricho holandés impuso ese color en todo el mundo? Resulta que en el siglo XVI, los holandeses eran los principales productores europeos de zanahorias, y todas las variedades modernas descienden de sus cuatro tipos de color naranja. 
Otra vez la economía impuso sus razones, Europa a su vez era entonces la principal potencia política y económica mundial, así que ya nos podemos hacer una idea de que no fue difícil que el color holandés tiñera a las crocantes raíces que se consumen en todo el mundo desde entonces.

Actualmente, en algunos comercios pueden verse zanahorias de diferentes tonos, además de las clásicas anaranjadas y es una buena noticia, porque lo más lindo de consumir vegetales es, además de sus sabores, la variedad de colores.

¿De qué colores de zanahorias te gustaría probar? 






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